El presente texto no pretende decir que las sentencias de la Corte IDH no deban de ser obedecidas o que su existencia no sea valiosa. Más bien, este trabajo señaló algunas razones por las cuales vale la pena revisar los mecanismos que se han creado de garantía y protección de derechos humanos, ya que estos deben pasar por un tamiz que fortalezca la participación política doméstica y, dados los tiempos actuales, también la inclusión y la participación en el orden trasnacional con imaginación institucional que visibilice lo que von Bogdandy y Enzke denominan la “larga cadena de la legitimidad” (2016). Por ello se sugiere no perder de vista que los derechos humanos y la democracia, ambos, son una parte esencial de regímenes políticos justos, por lo que la renuncia a cualquiera de estas nociones, sería un retroceso a la búsqueda de una región igualmente libre.
https://drive.google.com/file/d/1gtQRkN0S1O1Uhwl50pg-hHLuNHnWfs6o/view?usp=sharing
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